Puedes obligarme a trabajar toda la vida
para tus delirios
a consumir los frutos de tu codicia
(sobre todo aquellos que necesito
para sobrevivir)
Puedes fijar las dimensiones del espacio
en donde habite
y los tiempos para el transcurso
de mi acontecer
Puedes establecer mis escenarios de vida
y mis circunstancias de muerte
Pero jamás podrás lograr que te ame
como a mí mismo
Tampoco podrás evitar que codicie tus bienes
(siempre ajenos
especialmente tu mujer)
ni que compadezca a tu padre y a tu madre
por permitir que seas como eres.
Más allá de tus decálogos y tus cercados
me queda la voluntad para amar
la flor que mi corazón elija
Para acercarme a los saberes
que están más allá de tu horizonte
Para darle rienda suelta a los torrentes
de mis mundos.
Por más grande que sea el apetito
de tus redes
jamás podrás sujetar el viento
de mi libertad.
Mi madre es una sombra cobriza
mi padre es una sombra blanca
Él disfrutó rompiendo sus entrañas
ella sufrió con el desgarramiento
A él lo ajustició el remordimiento
a ella la vergüenza.
¿En qué ojos mirarme?
¿En qué rostro reconocerme?
Hay una estrella apagada
en sus ojos
el viento trae una canción de polvo
en su boca de cuarzo.
Por las calles sin dientes
marchan una tras otra
las botas de la muerte
y en los vasos del tiempo
savia aleve y sin rostro
asciende hasta las flores
y envenena los frutos.
Es la hora del crepúsculo.
Deletreando mi sombra esta mañana
me vi a la luz de padre de mi padre
me vi a luz de hijo de mi hijo
procurando la miel de la palabra
en el mismo panal de la insistencia.
Sendos deseos distantes en presente
contra el reloj mezquino de la niebla
y un solo astro en ángulo completo
a toda floración
a toda savia
regenerando el árbol del encuentro
para ganarle al tiempo la batalla.
Un hombre va de estrella al infinito
con un vaso de vino y una esquela
y otro que va a venir alza los brazos
para alcanzar los pechos de la uva
Uno y el mismo hombre
abuelo y nieto
sobre la misma patria dividida
Una y la misma fuerza desde abajo
abriéndole agujeros al arriba
con el cuchillo justo de la ira.
Deletreando mi sombra esta mañana
vine a sentir la sangre de mi abuelo
golpeando en la paciencia de mis lunes
y la prisa en ayunas de mi nieto
hurgando en la indolencia del ahora.
No puede ser que al cabo de la vuelta
aumenten en arena los desiertos
y se evapore el agua de la vida
No puede ser que el hombre pase y pase
y el reino de la muerte siga y siga.
Aquí no vive nadie
y no lo sabe
el sol de la memoria
ni el olvido.
Todo está muerto aquí
de luz y sombra:
las balas
la codicia
los rencores…
También los asesinos
están muertos
Los mató la nostalgia
del futuro.
Aquí ya no hay venganza
ni hay reproches
Todos los pasos
fueron recogidos
Aquí ya no hay ausencias
ni regresos
No hay manera de estar
entre los vivos
ni manera de andar
entre los muertos.
Todo está muerto al fin
también la muerte
que no supo qué hacer
con tanta muerte.
Con la complicidad de los gendarmes
el recolector cortó la rosa
El sol no pudo asistir a su sonrisa
el viento no le pudo contar
sus cuentos de luz
las abejas no pudieron llevar su mensaje
a la colmena.
De nada sirvieron los gritos desesperados
del sembrador
de nada las invocaciones
de las mariposas
de nada los derechos de petición
de los picaflores
de nada las marchas pacíficas
de los vientos del sur.
Amparado en los títulos de piedra
que le dieron los dioses del despojo
el recolector cortó la rosa
y nos dejó a merced de la zozobra.
07-05-18.
Sospecha de las calles solitarias
de las escuelas sin bullicio
de las fábricas donde el reloj
eliminó las diferencias.
Hay ríos que llevan piedras
y no suenan
hay lunas que nos siguen de cerca
sin que nos demos cuenta
de la gravedad de sus masas
hay árboles que crecen derecho
pero no dan oído
al canto de los pájaros
hay fuegos que iluminan
pero arrasan.
Cuídate de la paz
que anuncian las fauces de los cocodrilos.
Pregúntale a Guadalupe.
Las manos que te saluden
cuando llegues
serán las que te apunten
cuando pases
las mismas que te despedirán
cuando te vayas.
Escucha
escucha
Es un idioma oscuro como el miedo.
Más vale que adviertas al agua
en el portal de la semilla
al viento en las aristas de las plumas
al niño en los recreos escolares
al hombre en la ventana del poema.
Escucha
escucha
Es un idioma libre como el beso
07-05-18.
Cómo me cuesta reconocerte esta mañana
esta tarde este ritmo esta vuelta.
Cómo entras en mi estancia
opuesta desmentida
encinta de agua turbia de miradas de aves de rapiña
y de otras que me cercan con sus garras
en los recodos de los desencuentros.
En diagonal me invaden las casas sin ventanas
los nudos sin corbata las esferas sin centro
los loteros sin suerte los estruendos sin madre
las horas de la noche masticando en la esquina
sus lívidos destinos
y el día
el pleno día
deambulando sin frente en ciclos amarillos
de infinitas esperas.
Imposible identificar tu verdadero rostro
en el poliedro irregular de tus presencias.
Qué sensuales tus formas vestidas con el eco
de mañanas exóticas y cuentas de modales
de oblicuas pedrerías
Tan guapa en las postales
tomadas al bolate en ángulos cerrados
Tan moral en los libros y textos escolares.
Hábil te pavoneas en palabras azules:
bienestar paz progreso orden
siempre en promesa.
Y sin embargo el aire que respiras no vuela
ni tus flores de plástico engendran la alegría.
Detrás de tu sonrisa viven tantas ausencias.
Ciudad
gris laberinto donde unos hombres ciegos
en busca de la vida
cavan siempre a deshoras
su tumba en pleno pecho.
Ciudad
sarta de cabos.
Cómo eres en la mesa de los que te prescriben
cómo en la banca rota de los que te desean.
Ah ciudad
mi ciudad.
07-05-18.
Mi madre es una sombra cobriza
mi padre es una sombra blanca
Él disfrutó rompiendo sus entrañas
ella sufrió con el desgarramiento
A él lo ajustició el remordimiento
a ella la vergüenza.
¿En qué ojos mirarme?
¿En qué rostro reconocerme?