29-01-2022
SIGUE EL RELATO
Los nazis descubrieran el 4 agosto de 1944 el refugio de la familia Frank y quienes la acompañaban en el anexo de una casa de los canales de Ámsterdam. Fueron deportados a los campos de exterminio. Unicamente sobrevivió Otto Frank.
El famoso Diario escrito por Ana Frank, una de las hijas del matrimonio, se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles del Holocausto. Hay decenas de teorías que intentan
explicar la causa y el origen de la traición que conllevo tan trágicas consecuencias, así como de señalar al autor o autora. Todas han sido muy cuestionadas. Algunmos ejemplos: la biógrafa
de Otto Frank, Carol Ann Lee, apunta a Tonny Ahlers, un miembro del Movimiento Nacional Socialista holandés, como el delator, pero no está probado que este conociera el escondite de
los Frank; la biógrafa de Ana Frank; Melissa Müller, señala a Lena Hartog, esposa de un trabajador de la empresa de la familia, como sospechosa de la delación, y tampoco hay pruebas”. Lo
mismo ocurre con Ans van Dijk, una mujer judía que reveló el escondite de no pocos compañeros y compañeras, después de haberse ocultado ella misma, y fue ejecutada por colaboracionista
en 1948. “Tampoco se ha podido demostrar su participación.
Ahora contamos con una nueva propuesta. Se recoge en el libro titulado ¿Quién traicionó a Ana Frank?, de la escritora canadiense Rosemary Sullivan. Tras seis años de trabajos de
investigación, ha llegado a la conclusión de que el delator de la familia Frank fue el notario judío Ronald van den Bergh.
Era un miembro del Consejo Judío, un organismo que, según se afirma en el estudio, disponía de listas de los escondidos y las puso a disposición de
las fuerzas ocupantes.
La teoría tampoco convence a los historiadores holandeses expertos en este periodo. Aseveran que no les consta que exista un documento que contenga esa lista a la que se alude en la obra.
Además, subrayan que van den Bergh, por mucho que se valiese de triquiñuelas para eludir la represión de los nazis, finalmente tuvo que ocultarse con su familia en febrero de 1944, justo
seis meses antes de que fuera descubierta Ana Frank. Parece, pues, que no estaba en condiciones de perpetrar la traición.
En fin, ¿qué decir ante tan ímprobos esfuerzos para no alcanzar una respuesta definitiva? ¿Merece la pena hurgar en los detalles de lo sucedido a los Frank? ¿A que propósito responde tanto
interés por marear la perdiz? Que cada cual responda en conciencia.
SABÍAS QUE
Gabriel Garcia Márquez tuvo estrechas relaciones con el castrismo. Así lo demuestra:
La estancia de seis meses en Cuba, en el año 1959, como corresponsal de la agencia oficialista de noticias cubana, “Prensa Latina”, cofundada por él mismo.
La creación en diciembre de 1968 de la fundación Habeas, un proyecto personal de García Márquez: una organización de defensa de los derechos humanos centrada sobre todo en los presos
políticos, fundamentalmente de ideología marxista-leninista. Habeas se movilizó contra las dictaduras de Argentina, Chile y Panamá), incluso contra la democracia colombiana, avivando el
impulso de las guerrillas. Su labor fue muy criticada por la tibieza con la que analizaba las denuncias contra el régimen cubano o por la represión durante el 68.
La publicacion en 1975 de un entusiasta reportaje sobre la Cuba castrista en la revista colombiana Alternativas, fundada por él mismo como una herramienta de agitación política.
Un documento del 17 de marzo de 1982 de la agencia de espionaje mexicana, que concluye que Gabriel García Márquez era un agente de propaganda al servicio de la Dirección de Inteligencia de Cuba.
La cesión de todos los derechos de Crónica de una muerte anunciada al Gobierno de
Cuba.